La calificadora Moody’s rebajó de estable a negativa la perspectiva de las empresas aseguradoras y entidades garantizadoras de Argentina pocos días después de tomar una medida similar con la perspectiva de la calificación soberana.
La agencia redujo a negativa la perspectiva sobre las calificaciones de fortaleza financiera de seguros (IFS) en moneda local y escala global (GLC) de 13 aseguradoras y seis entidades garantizadoras.
Entre ellas se encuentran actores locales y extranjeros.
Moody’s aseguró que la perspectiva negativa de las calificaciones IFS en escala GLC de las 19 entidades «considera el hecho de que una posible baja en la calificación soberana de Argentina ejercerá presión a la baja en los perfiles crediticios de las compañías y, por lo tanto, una disminución de las calificaciones, lo cual refleja la evaluación de Moody’s de una alta correlación entre sus perfiles crediticios y los del soberano».
«Esta correlación tiene en cuenta el grado de dependencia que los negocios de las compañías tienen con el entorno macroeconómico y financiero local —exacerbado por la falta de diversificación de sus operaciones en otras jurisdicciones fuera del país—, y sus exposiciones directas e indirectas al soberano, que pesan sobre sus perfiles de calidad de los activos, adecuación del capital y flexibilidad financiera».
La correspondiente perspectiva de sus calificaciones IFS en escala nacional se mantiene estable, «dado que su calidad crediticia en relación con otras entidades argentinas probablemente permanecerá sin cambios en caso de una baja de la calificación de bonos soberanos».
Un factor que explica la decisión de la calificadora es que casi la mitad de las inversiones de las aseguradoras de Argentina son directa o indirectamente en deuda pública, dijo a BNamericas Lionel Moure, socio de la filial argentina de la firma de servicios profesionales Deloitte. A los actores del sector asegurador local, con algunas excepciones, se les prohíbe invertir en mercados de capitales extranjeros.
Cualquier impacto de la acción de Moody’s —que está vinculada más a las inversiones de las aseguradoras que a sus operaciones comerciales per se— probablemente sería limitado debido a la composición del mercado argentino, dominado por los segmentos automotor y de indemnización laboral. Este tipo de pólizas corresponden en su mayoría a particulares o pymes.
Las grandes empresas, al contratar pólizas de incendio o responsabilidad civil, por ejemplo, toman en cuenta la solvencia y la calificación de una aseguradora, señala Moure, que agrega que estas se encuentran entre los segmentos que podrían verse afectados.
«Prácticamente un tercio es el mercado de automóviles y otro tercio, el mercado de riesgos del trabajo. En general, estos dos tercios no ponen sobre la mesa al momento de contratar un seguro la calificación crediticia. Eso lo hacen los seguros corporativos», señaló.
En 2017, cuando la economía parecía ir tomando fuerza, Moody’s mejoró la calificación de 19 aseguradoras y sociedades de garantías recíprocas argentinas.
La última acción se anuncia en momentos en que una gran incertidumbre se cierne sobre quién ganará las elecciones presidenciales de octubre y, con ello, qué dirección tomará la política económica.
El actual presidente y abanderado de la centroderecha, Mauricio Macri, ha venido ganando terreno y las encuestas lo sitúan codo a codo con Alberto Fernández y su compañera de fórmula expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Macri, cuyo acompañante es el veterano peronista Miguel Pichetto, está implementando medidas de austeridad para equilibrar las cuentas públicas como parte de un multimillonario paquete de rescate del FMI.
Un gobierno de Macri-Pichetto probablemente continuará trabajando con el FMI, pero no está claro qué camino de política seguirá el gobierno de Fernández-Fernández de Kircher.
Sobre el cambio de perspectiva para el país, Moody’s precisó que su decisión refleja la incertidumbre —independiente de quién gane— sobre la implementación continuada de políticas diseñadas para equilibrar las cuentas públicas, así como el riesgo de mayores presiones financieras.
En enero, la industria de seguros argentina entró en su segundo año de contracción. La demanda se ha visto golpeada por un entorno operativo desfavorable de alta inflación, volatilidad cambiaria y crecimiento económico negativo a partir de mediados de 2018.
En mayo, las aseguradoras emitieron 40.534mn de pesos (US$953mn) en primas, aumento interanual de 31,7% en términos nominales, según una estimación mensual del regulador sectorial SSN. No se revelaron datos ajustados por inflación para mayo o abril.
Según un informe con estimaciones de marzo, las primas emitidas se contrajeron interanualmente 20,8% en términos reales ese mes a 38.419mn de pesos.
La inflación anual estaba en 57,3% a fines de mayo.
La economía, según algunos observadores, podría comenzar a fortalecerse este semestre, lo que apoyaría a la industria de seguros local.
Las 13 aseguradoras:
– Allianz Argentina Compania de Seguros: Ba2 / Aaa.ar
– BBVA Consolidar Seguros: Ba2 / Aaa.ar
– Caja de Seguros: Ba3 / Aaa.ar
– Chubb Seguros Argentina: Ba2 / Aaa.ar
– Fianzas y Crédito Compañía de Seguros: B2 / A2.ar
– La Segunda ARTE: B1 / Aa2.ar
– La Segunda Compañía de Personas: B1 / Aa2.ar
– La Segunda Coop. Ltda. Seguros: B1 / Aa2.ar
– Orígenes Seguros: B1 / Aa3.ar
– Provincia Seguros: B2 / A1.ar
– QBE Seguros La Buenos Aires: Ba2 / Aaa.ar
– San Cristóbal Seguros Generales: B1 / Aa2.ar
– Seguros Sura (Argentina): Ba3 / Aa1.ar
Los seis entidades garantizadoras:
– Affidavit: B2 / A2.ar
– Aval Rural: B1 / Aa3.ar
– Fondo de Garantías del Chaco (FOGACH): B2 / A3.ar
– Garantías BIND: B1 / Aa3.ar
– Integra Pymes: B2 / A3.ar