Así lo señaló Carlos Comas, jefe de Riesgos Agropecuarios y Forestales de La Segunda, en referencia a los daños que provocaron las inundaciones.
El jefe UEN de Riesgos Agropecuarios y Forestales de La Segunda, Carlos Comas, concedió una entrevista al diario El Economista, en la que se refirió a los daños causados por las inundaciones y el papel de los seguros ante el cambio climático de los últimos tiempos.
En cuanto a la cosecha de soja, que se vio afectada por el agua y registró pérdidas por miles de dólares, Comas aseguró que «en esta campaña no registramos ventas. Sucede que veinte días de lluvias en abril es algo inédito, jamás en la historia se dio una situación así, entonces el productor no contrató el seguro porque no estaba en sus planes que sucediera semejante catástrofe. Además, se trata de una cobertura muy cara, que incluye riesgos como el de la falta de piso, que impide el ingreso de las máquinas al campo para cosechar, tal como ocurrió en estas últimas semanas. En La Segunda comercializamos todo lo relacionado con el granizo– que es el principal riesgo-, heladas y viento, y este tipo de seguros no se promocionan. Sabemos, de todos modos, los problemas que el productor deberá enfrentar de aquí en adelante, como el atraso en los pagos y la imposibilidad de cosechar la mercadería para entregarla en canje».
«En algunas campañas pasadas, los productores sí han tomado el servicio, pero fueron pocos casos, de manera muy incipiente y cubriendo una pequeña cantidad de hectáreas. Han sido coberturas poco olvidadas, porque nunca se daba la situación. Sin embargo, en la actualidad observamos que los cambios climáticos van poniendo cada vez mayores riesgos y nuevas situaciones. Desde la compañía siempre tuvimos un plan diseñado a disposición del productor, lo que no tuvo es adquisiciones. Además, todas las coberturas de seguro de este ciclo terminan a fines de mayo, y el 45% de la cosecha de soja ya está levantado, o sea que el riesgo está llegando a su fin y es el turno de la nueva campaña», expresó Comas.
En tanto, el directivo analizó el rol de los seguros agrícolas en el país y declaró: «Creo que hay mucho trabajo de las empresas, pero existen aspectos en los que no se puede avanzar porque no hay apoyo del Estado. En los países desarrollados cuando hay riesgos de catástrofes, como sequía o inundaciones, son subsidiados por el Estado, y la Argentina no cuenta todavía con un programa nacional de seguros agrícolas, lo que conduce a que el productor no tenga connotación del riesgo que afectó a los cultivos. En Estados Unidos, por ejemplo, hay multicoberturas que se ejecutan con la ayuda del Gobierno. Por eso, en el lanzamiento de la nueva campaña, La Segunda va a hacer hincapié en el cambio climático, para que el productor tome conciencia de que lo que antes parecía que era esporádico hoy en día es cada vez más frecuente: tormentas severas, excesos hídricos, granizo, daños de vientos, planchado de suelos y heladas, que este año podrían crecer significativamente con respecto al año pasado. El seguro que ofrecemos es dinámico, sin embargo se necesita del Ejecutivo, que sigue ausente. Si hablamos de una sequía, como ocurre en Chaco en estos momentos, es un riesgo muy catastrófico, por lo que se deben generar planes de contingencia que contemplen la dispersión del riego. Es una contratación no solamente para productores que estén en la frontera agrícola, sino también para quienes trabajan en zonas con muchas lluvias. Se precisan fondos para cuando te excede el seguro, ya que se trata de un plan muy grande en el que tiene que estar involucrada la participación pública. Los grandes problemas de riesgos en la agricultura a nivel mundial se tratan entre el Estado, los privados y los productores, ya que se buscan soluciones conjuntas entre los tres actores, algo que en nuestro país no sucede aún».
«Con este Gobierno creo que hay muy buenas expectativas, pero recién estamos en un comienzo. El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile y su equipo han demostrado un gran interés en el campo. A modo de ejemplo, en el último mes y medio estuve tres veces en el Ministerio, en distintas reuniones, algo que considero una buena señal. De todas maneras, el sector se está poniendo otra vez en funcionamiento. Yo veo que hay voluntad por parte del Estado, pero es un proceso que lleva tiempo», señaló Comas.
En relación al ciclo 2016/2017, el jefe de La Segunda dijo que «la campaña de contratación de seguros empieza más hacia julio, cuando comienzan a asegurar el trigo. Igualmente, lo más apresurado que registramos es en junio. En julio ya se inicia la demanda y lo más fuerte llega entre septiembre, octubre, noviembre y diciembre, porque los productores ya tienen el cultivo logrado. Somos muy optimistas con respecto a la campaña que se viene. Después, en la gruesa, si bien se podría mantener la contratación del seguro creemos que quizás se volcará un poco más al maíz, que va a reemplazar en un millón de hectáreas a la soja».