En un contexto mundial en el que diversas compañías diseñan y prueban los nuevos vehículos autónomos, las aseguradoras deben estar atentas al nuevo desafío.
Al avanzar la tecnología de conducción autónoma, quizás el beneficio más notable sea la promesa de una gran reducción en la cantidad de accidentes. Pero menos accidentes, según un informe reciente, pondrán a todo el sector de seguro automotor de cabeza.
«Creemos que en los próximos 20 a 25 años la cantidad de accidentes se reducirá en un 80%», dijo Jerry Albright, el principal actuario y encargado de evaluación de riesgo de seguro de KPMG, la consultora que difundió el informe. «Desde la perspectiva de los consumidores esto es algo muy bueno. Se verá mayor seguridad, menos muertes».
En la reunión de relaciones con los inversores de Progressive de 2013, John Curtiss, el jefe de desarrollo de productos para automóviles de la compañía, dijo que el sector había crecido 90% en los últimos 30 años, principalmente porque hay más vehículos en las rutas.
Está en riesgo la vida misma del sector: 200 mil millones de dólares en primas que las aseguradoras cobran cada año a los tenedores de pólizas, dice KPMG. Según el informe de KPMG, el sector de seguros podría contraerse hasta un 60% hasta 2040, al caer los pagos por accidentes y las primas.
Incluso Warren E. Buffett, cuyo conglomerado Berkshire Hathaway es dueño de Geico, ha dicho que la adopción generalizada de la tecnología autónoma representa «una verdadera amenaza» para el sector.
Incluso podría resultar en menos autos para asegurar por las compañías. Un informe reciente de Barclays Capital dijo que la tecnología autónoma llevaría a una caída en ventas del 40% y una baja del 60% en el número de autos en las rutas.
Las compañías de seguros en concordancia han estado examinando cambios potenciales del actual modelo de negocios.
El informe de KPMG prevé un futuro en el que las aseguradoras dependerán más de cuentas comerciales para sus ingresos, al volverse más prevalecientes las compañías que ofrezcan compartir viajes y movilidad a demanda. Se reducirá el número de tenedores individuales de pólizas a medida que los hogares se las arreglen con un auto o sin auto.
Y al bajar el costo de cubrir pérdidas, también lo harán las primas que cobran las aseguradoras. «Actualmente, el sector del auto personal representa casi 125 mil millones de dólares en pérdidas de costos», dice el informe. «Para 2040 creemos que este sector podría cubrir menos de 50.000 mil millones de dólares en costos perdidos».
State Farm ha estado trabajando con Ford, el Centro de Transformación de la Movilidad de la Universidad de Michigan y el Instituto de Seguros para Seguridad en las Rutas, entre otros, para resolver como mejor adaptarse a lo que viene.
«La tecnología automatizada ha sido un asunto importante del sector», dijo en una entrevista telefónica Chris Mullen, directora del programa de investigación en tecnología de State Farm. «Es de lo que viene hablando todo el mundo, por lo que como pueden imaginar, hemos puesto bastante esfuerzo en comprenderla».
«Mucho de lo que preocupa al sector es el ritmo al que se prevé que llegará la tecnología», dijo. «State Farm ha respondido a los cambios en nuestro sector desde que existe. Vienen cambios nuevamente y estamos invirtiendo los recursos para comprender cómo estos cambios afectarán al sector».
Mullen dijo que los cambios a los que las aseguradoras tuvieron que responder en el pasado incluyeron el advenimiento de los cinturones de seguridad, las columnas de conducción colapsables y las airbags. Esos dispositivos cambiaron la seguridad automotriz, pero lo hicieron cuando el sector de los seguros de autos ya hacía varias décadas que existía.
«No se trata sólo de la tecnología», dijo. «Hay cuestiones de conducta que hay que entender: ¿cómo reaccionará la gente con estos nuevos sistemas? La cíber seguridad es otra cuestión que ocupa u lugar importante en esto».
Albright dijo que desarrollar una estrategia para enfrentar el nuevo mundo de los seguros de auto sería tan costoso como complicado para las aseguradoras. «Llevará tiempo y costará miles de millones de dólares», dijo. «Hay enorme escepticismo en el sector de los seguros respecto del ritmo al que vienen los cambios, pero van a llegar antes de lo que cree la gente».
Parte del problema, según señaló Joe Schneider de KPMG, es que las compañías de seguros se basan en la conducta pasada para predecir el futuro. ¿Qué pasa cuando hay poca experiencia en la cual basar las decisiones?
Fuente: La Nación