Las compañías de seguro contarán con información en tiempo real para optimizar los costos y generar nuevas oportunidades de negocio.
Internet de las Cosas es el nombre que se eligió para referirse a la conexión que existe entre distintos dispositivos, medie o no el usuario. Es decir, puede conectarse un smartphone a una heladera o a un auto y que estos dispositivos interactúen entre sí sin la necesidad de que la persona realice ninguna acción, sino de manera automática.
Actualmente, algunos de estos aparatos ya están conectados con el mail en forma inteligente, pero se espera que el mail «sepa» cuándo uno debe realizar un viaje en avión y automáticamente se conecte con los demás dispositivos y con las agendas.
En lo que respecta a las empresas de seguros, aparecen nuevas posibilidades que involucran las oportunidades que brinda la Big Data que permite entregar información de los aparatos conectados a las compañías.
Pero también existe un relacionamiento con lo que se conoce como «ciudades inteligentes», en donde los servicios eléctricos, de salud, de gas o ambientales también generan datos que se interrelacionan con todo lo antes descripto.
Tomando como ejemplo un seguro contra granizo o inundaciones, para su cálculo se toman en cuenta indicadores como la cantidad de milímetros que llueve en determinado mes, con tendencias anuales. De esta forma, frente a un período inesperado de lluvias fuertes o granizo, las compañías podrán realizar un pacto con sus clientes para avisarles, con una hora de anticipación a que esto suceda, y modificar los contratos y los pagos de la póliza, según afirman desde el Cronista.
Lo mismo pasa a nivel de los seguros de salud. Se puede generar un cronograma de prevención del individuo con variables como vacunas, análisis de sangre, estudios de diagnóstico, entre otros. Si estos no se realizan en tiempo y en forma, en donde el mail y el celular lo saben por la agenda -que a su vez se conecta con el servicio de salud-, se podría cambiar la cláusula y aumentar la prima.
También se puede contar con un sistema de alarmas de situaciones inesperadas. Por ejemplo, si el celular o algún otro dispositivo wearable -es decir, tecnología que se utiliza como una prenda o accesorio-, detecta una situación anómala en las variables vitales, se dispara una alerta sobre la necesidad de acudir al médico.
Con todos estos datos y el eficiente manejo de las alarmas tempranas, se producen cambios en la forma de relacionamiento de las empresas y las personas. En este escenario, los seguros contarán con información en tiempo real para optimizar los costos y generar nuevas oportunidades de negocio.