La asociación civil lanzó una columna en el marco del inicio de clases.
La asociación civil Luchemos por la Vida aprovechó el comienzo de clases y escribió una columna con recomendaciones de cuidado a la hora de viajar con los niños en el auto.
En auto, resulta muy importante que los chicos viajen siempre, aún en los trayectos cortos cerca de casa y en todos los casos, en los asientos traseros del vehículo en su Sistema de Retención Infantil (SRI), que debe estar correctamente instalado con el sistema de anclaje y sujeción del vehículo si lo tuviera. Si son mayores, deben usar el cinturón de seguridad del vehículo.
Se recomienda, hasta los dos años de edad, que las butacas infantiles se instalen en el sentido contrario a la marcha del vehículo, o sea que los niños viajen mirando hacia atrás.
Para los chicos más grandes, la indicación es usar una butaca o booster con respaldo (de los cuatro a los siete años aproximadamente) o sin respaldo (de los seis a los doce años aproximadamente), que tiene la finalidad de elevar el cuerpo y permitir que el cinturón se ubique cruzando sobre el medio de la clavícula y que calce en la cadera baja, evitando la cintura y el abdomen blando.
Es fundamental tener en cuenta la relación de la edad con la estatura, peso y desarrollo del niño, para elegir el asiento infantil adecuado para que cada niño viaje seguro.
La entidad indica que “los menores de 10 años deben viajar, de acuerdo a lo establecido en la Ley Nacional (cada jurisdicción deberá adherir para que sea efectiva), y en la de la Ciudad de Buenos Aires (12 años o estatura menor de 1,50 m), en los asientos traseros y en sus sillas especiales”.
La asociación también plantea qué sucede en un choque a 50 Km/h?. “El auto se frena contra el obstáculo Y los cuerpos de los ocupantes del vehículo, siguen moviéndose hacia adelante a la velocidad que el auto traía hasta ese momento, impulsados por una fuerza enorme, que equivale a 40 veces el peso de cada persona, desplegada en la desaceleración instantánea. Si no están atados, golpearán contra la parte delantera del automóvil y contra el parabrisas. Y los ocupantes de los asientos traseros, si los hubiere, serán impulsados con esa misma fuerza hacia la parte de adelante. Golpearán a los ocupantes delanteros y la parte frontal del vehículo. Más grave aún, todos pueden ser despedidos y ejectados fuera del vehículo, hacia una muerte casi segura, aumentando 6 veces las posibilidades de morir”, alerta.
Según datos de 2017, “del total de 7.213 muertos en accidentes de tránsito en Argentina, se estima que el 6 % son niños menores de 9 años”.