China, el denominador común de riesgo para los países en 2016

En el mapa se identifican seis rebajas de rating: Brasil, Hong Kong, Macao, Singapur, Sudáfrica y Taiwán; y cuatro mejoras: Argentina, Croacia, República Dominicana y Grecia.

La compañía en seguros de crédito, SOLUNION, analizó los cambios producidos en el mapa mundial de riesgos, según datos del último informe trimestral de riesgo país elaborado por su accionista Euler Hermes.

El deterioro de la economía mundial, junto con el aumento de las tensiones geopolíticas, ha generado cambios en las calificaciones de diez países a finales del primer trimestre de 2016, especialmente en los mercados emergentes.

La exposición al riesgo de China, la dependencia de las materias primas y la debilidad de las cuentas corrientes son el denominador común de riesgo para los países en 2016, que ha influido en las seis bajadas registradas.

Un mayor riesgo a corto plazo en Hong Kong, Macao, Singapur y Taiwán se traduce en un deterioro de las calificaciones de riesgo. Los centros importantes de Asia se verán afectados en 2016 por un menor comercio mundial y, más importante, por el reenfoque de China de la fabricación a los servicios y la consecuente desaceleración.

Después de estancarse en 2014 y de la recesión de 2015 (-3,8%) -el peor desempeño económico en 25 años- el PIB brasileño podría contraerse un 3,5% más en 2016. La inflación se está reduciendo, pero debería permanecer en un nivel alto en 2016 (por encima del 8%), lo que afectará al consumo privado (-4% en 2015). El riesgo de impago sigue aumentando drásticamente: después de un incremento del 25% en 2015, se espera que las insolvencias empresariales aumenten un 22% en 2016.

En Sudáfrica, la persistencia de rigideces estructurales que crean conflictos en las relaciones entre empleado y empleador, en combinación con los cortes de energía, están empeorando el clima de negocios. Se pronostica que para 2016 el crecimiento solo alcance el 1%.

Las cuatro mejoras de riesgo país reflejan la mejora de las políticas públicas y sus efectos positivos en las empresas.

En Argentina, con el nuevo gobierno, se propuso una iniciativa de cinco puntos para poner la economía de nuevo en marcha y estimular el crecimiento económico para 2017 (0,6%). Incluye una flexibilización de los controles de capital, un mejor acceso a los mercados internacionales de capital, a raíz de una resolución favorable del conflicto con los holdouts externos, políticas económicas responsables con objetivos claros y una revisión del Instituto Nacional de Estadística.

En Grecia, en 2015, a pesar de la recesión (-0,3%), cuatro grandes bancos griegos fueron recapitalizados, y se relajaron los controles de capital. Ahora, las compañías pueden realizar pagos al exterior por valor de 250 mil euros por día y por empresa. Las perspectivas de crecimiento deberían comenzar a mejorar en la segunda mitad de año debido a una nueva flexibilización de los controles de capital y a las posibles medidas para mejorar la sostenibilidad de la deuda, que podrían ser tomadas por la Comisión Europea, el BCE y el FMI, dependiendo de los resultados de la revisión en curso.

En Croacia, después de seis años consecutivos de contracción anual del PIB, la economía volvió a crecer en 2015, gracias a una mejora moderada de la demanda interna. Se espera que la recuperación gane impulso gradualmente, y que alcance un crecimiento de alrededor del 1,8% en 2016 y del 2% en 2017. Sin embargo, los niveles permanecerán muy por debajo del máximo alcanzado en 2008. Las mejoras de las políticas económicas son la clave para seguir avanzando.

Incluso con la desaceleración de la economía, República Dominicana sigue siendo sólida: el PIB debería aumentar un 4,9% en 2016. Los fundamentos macroeconómicos fueron reforzados recientemente con un mejor clima de negocios, una reducción del déficit fiscal (-6,8% del PIB en 2012, frente a -0,6% en 2015) y límites a la deuda externa (-2% del PIB en 2015). El país es un buen ejemplo de una economía que se beneficia tanto de la capacidad de recuperación Estados Unidos, como de la tendencia de precios bajos en la energía.