Se quebró y no contaba con el seguro obligatorio

Martín Rocabado se encontró en un callejón sin salida cuando su hijo de trece años volvió del centro terapéutico Ayudame a Crecer a los llantos, el martes al mediodía. Los choferes y asistentes del transporte le informaron a su esposa que el niño se quejó del dolor todo el viaje. Al revisar el cuaderno de notas, encontraron un comunicado que informaba que el chico se había caído sin consecuencias, que no ameritaba -incluso- haberlos llamado.

Ante el dolor de su hijo, los padres lo llevaron a la guardia del Hospital Materno Infantil donde les confirmaron que tenía una fractura de cadera.

El hijo de Martín Rocabado cuenta con la obra social Incluir Salud (ex-Profe). Desde la guardia del hospital le recomendaron plantear un reclamo al centro terapéutico para que gestione los trámites del seguro en forma inmediata. «El médico me advirtió que Incluir demora meses con los insumos y que además desde Ayudame a Crecer debían responder por las necesidades de mi hijo, luego de lo ocurrido», contó el hombre.

A las 18 del martes, Rocabado llamó a las autoridades del centro terapéutico y le informaron que su hijo no tenía seguro. Cuenta que le respondieron que el pago de los 270 pesos que se había efectuado en marzo era solo para cubrir el traslado del pequeño en el transporte de la institución.

Pagos y cobertura

Según lo establece la ley provincial 5.110/77, el seguro escolar tiene carácter imperativo. Todos los padres de los niños que concurren a las escuelas, tanto públicas como privadas, deben abonarlo los primeros días de clases. Sin embargo, según se puede ver, cuando se trata de centros de asistencia terapéutica no se exige un seguro escolar pero sí un seguro de accidentes, con una cobertura total, más si se trata de personas con discapacidad. Incluso, las obras sociales de los chicos que asisten a estos centros lo exigen.

Este centro privado recibe el pago por los servicios que brinda a través de la obra social del niño y, según expresaron desde otras instituciones como Colibrí y Anidar, no se debe cobrar ningún otro servicio por aparte.

En dialogo con este medio, Martín Rocabado reiteró que desde la institución le notificaron por escrito del accidente de su hijo, lo mismo que el pago del seguro, pero que ahora se niegan a darle curso a los trámites administrativos, que aseguran la cobertura médica.

Ayer a las 15.30, y gracias a las acciones del médico Guillermo Arias del Materno Infantil, el hijo de Martín ingresó a cirugía, le colocaron dos clavos en las caderas y fue enyesado.

Todos los insumos fueron aportados por el hospital público, al advertir la situación del pequeño paciente.

Harían reintegro

Desde el centro terapéutico Ayudame a Crecer, informaron que tienen seguro de accidentes, de vida y de responsabilidad civil.
Soledad Somorrostro, directora de la institución, expresó que cuentan con los servicios de David Seguros, dio así una versión distinta. Agregó que esta empresa les advertía que si la familia trasladaba al niño a una clínica, se encargaban de realizar los reintegros. También aseguró que pasadas las 20 del martes intentó ingresar al Materno, pero que ya no era horario de visitas. Consultada sobre por qué no se llamó a los padres al momento del golpe, la directora dijo que el niño no manifestó nada, ya que padece retraso madurativo severo.