Una docente deberá ser indemnizada por el Gobierno por pérdida de capacidad vocal

La docente se desempeña en escuelas públicas desde julio de 1997. Fue diagnosticada con «esbozos nodulares en ambas cuerdas vocales», lo que le ocasionó una discapacidad del 17%.

La docente demandó al gobierno de la Ciudad y a Galeno Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A por no haber tomado medidas de prevención frente a esta enfermedad profesional, que pudiera reducir al mínimo los riesgos de las condiciones de trabajo.

La docente afirmó que el gobierno y la A.R.T no le efectuaron exámenes médicos de las cuerdas vocales o ni le brindaron capacitación para evitar la enfermedad profesional que padece, incumpliendo de tal modo las obligaciones establecidas en la ley 24.557.

En 2010 un especialista en otorrinolaringología le diagnosticó «esbozos nodulares en ambas cuerdas vocales». A pesar de haber seguido el tratamiento, al regresar a trabajar en la escuela su situación empeoró y por eso la docente demandó al gobierno y la aseguradora.

La suma total de la indemnización corresponde a la consecuente incapacidad física, daños morales, indemnización por tratamiento psicológico y perjuicios por la perdida de oportunidades de desarrollar su carrera profesional, a la temprana edad de 34 años.

DEJAR LA VOZ EN EL TRABAJO

En una nota publicada por el diario La Nación en 2013 se toman los datos de una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de la Voz, que incluye a 1000 docentes. Esta encuesta muestra que el 47% de los docentes percibe que su voz tiene alguna alteración, mientras que el 62% dice que siente molestia al hablar, como tos, dolor, ardos, picazón, sequedad, carraspeo o cansancio.

El trabajo también revela que el 80% de los profesionales perdió la voz alguna vez: la mayoría (45%) la recuperó al día siguiente, pero 3 de cada 10 recién lo hicieron después de varios días, durante el fin de semana, mientras que un 3% la recuperó en las vacaciones y otro 3% nunca lo hizo. Y en la temporada de frío, un 36% volvió al aula con disfonía después de un resfrío.

Según una encuesta nacional realizada por CTERA en el año 2017, sobre de Salud y Condiciones de Trabajo, el 81,7% de los docentes manifiestan haber padecido afecciones en la voz relacionadas con el medioambiente y sus condiciones de trabajo.

Estas encuentas revelan que la enfermedad en las cuerdas vocales es de las más frecuentes para quienes trabajan en las aulas, forzando la voz y soportando altos noveles de ruidos.

Junto con las y los trabajadores de call centers, son los grupos más vulnerables a padecer este tipo de enfermedades profesionales, dadas las malas condiciones de trabajo, la ultilización forzada de la voz y los altos niveles de estrés.